Los brotes de semillas germinadas son un alimento muy fácil de cultivar. Incorporados en la dieta diaria son un alimento muy nutritivo que comporta muchos beneficios para la salud.
Su cultivo es sencillo, mediante una bandeja germinadora o un bote germinador, agua y una temperatura ambiente de entre 20-25 grados centígrados, transformaremos las semillas en brotes tiernos comestibles.
El consumo de brotes germinados aporta muchos beneficios para la salud, al ser alimentos vivos hace que su valor nutricional sea muy alto y completo. El consumo frecuente de semillas germinadas refuerza el sistema inmunológico, regeneran la flora intestinal, reducen el colesterol, y ayudan a eliminar tóxicos del organismo.