La Lactuca sativa o lechuga es, sin duda, la estrella de las ensaladas en el mundo entero. Aunque su procedencia no es tan clara como la de otras plantas, se estima que su cultivo comenzó hace unos 2.500 años, siendo ya conocida por culturas como la romana, la griega o la persa y disfrutada hoy en día a lo largo y ancho del planeta en multitud de variedades distintas.
Sin duda, hablar de lechugas es hablar de ensaladas. Es, con toda probabilidad, el ingrediente base más usado en este tipo de platos, especialmente dada la gran diversidad en texturas, colores y formas que presentan sus distintas variedades...hay lechugas para todos los gustos! Además, la lechuga es rica en vitamina A, C, E, B1, B2, B3, B9 y K y también en minerales como fósforo, hierro, calcio y potasio. Su contenido en aminoácidos es también destacable.
La lechuga puede aguantar bien el frío, incluso mejor que el calor por encima de los 30ºC. Para un correcto desarrollo conviene una diferencia de temperaturas considerable entre el día y la noche, prefiriendo niveles de humedad relativamente altos, sobre el 60%. Prefiere suelos bien drenados, areno-limosos y con un pH neutro. Agradece especialmente los sistemas de riego automático, no tolerando la escasez de agua. Suelen sembrarse durante todo el año, teniendo en cuenta que necesitarán entre 65-130 días para estar listas para la cosecha.
A continuación tenéis nuestra selección de semillas de lechuga. Como siempre, escogidas con el mayor cariño para que podáis disfrutarlas tanto en el campo como en la mesa, por supuesto!